Conociendo la Isla de Mahé ( Seychelles ) Primera parte

Mahé es la Isla más grande de las Seychelles, tiene 72.000 habitantes y su capital es Victoria la cual visitamos el primer día de nuestro viaje, es la cápital más pequeña del mundo!

Es muy pequeñita, pero tiene mucho encanto, como curiosidad podemos encontrar en el centro la Torre del Reloj, un mini réplica del Big Ben Londinense, construido en 1903 para homenajear a la Reina Victoria.

Pasear por sus calles es una maravilla, si aprecias el caos de un lugar pequeño con bastante turista y mucho local. Puedes entender perfectamente su forma de vivir y sus costumbres en la zona comercial, con su mercado central lleno de frutas tropicales y grandes peces y algún que otro coco para hidratarte por el calor extremadamente húmedo de la Isla.

Y siguiendo nuestro paseo nos encontramos con la Catedral de la Inmaculada Concepción, fue construida en 1874 y está enterrado el único Obispo que ha tenido Seychelles, que falleció en el 2001.

Al lado de la esta Iglesia nos encontramos La Domus, es una residencia par sacerdotes, se construyó en 1934 para albergar a los misioneros suizos, actualmente solo viven 3 sacerdotes.

Muy cerquita de esta, está el único templo hindú de estas Islas, que también llama la atención por su tamaño, ya que es bastante pequeño. Fue construido en 1992 y se llama Arul Mihu Navasakthi Vinayagar, en honor al dios de la seguridad y la prosperidad.

Y para terminar nuestro día de excursión en Victoria, nada mejor que una cerveza local, son bastante suaves, pero os las recomiendo totalmente.

Como empezó a diluviar como si no hubiera mañana, decidimos quedarnos a cenar en el restaurante del hotel, Le Bourgeois, todo buenísimo, por supuesto en zona de atunes, pedimos un Tartar, que estaba espectacular!

Por último os recomiendo el restaurante donde cenamos la noche que llegamos a Seychelles, super económico y todo muy rico, si queréis comer en plan pizza, pasta… Se llama La Fontaine, está en la playa de Beau Vallon, aparentemente no te meterías, pero sobre todo las pizzas que las hacen ahí en el momento en un horno de barro, están riquísimas! De verdad que merece la pena, nosotros repetimos otro día que estábamos por la zona para comer.